Yo es que no soy de vender. Suele ser casi siempre La Primera Gran Excusa Del Masajista… No sé vender – Yo hago masajes – No me gustan las ventas – Me dedico a tratar – No soy vendedor – No valgo para vender – No soy vendedora – No soy negociante – Soy terapeuta – No me gusta el marketing…
¿Que no te gusta vender? ¿Pero cómo vas a ser masajista si no vendes masajes? Te aseguro que si no tienes quién lo haga por tí, tendrás que aprender a vender tus servicios. Cada vez es más necesario saber diferenciarte en el sector del bienestar. Tienes que aprender a anunciarte para destacar en el mercado de los masajistas.
No es lo mismo dar masajes que vender masajes. Hablo de ser masajista por tu cuenta. Está claro. Porque si eres masajista a sueldo entonces hablamos de otra cosa.. [Si no has leído la primera parte de estas 5 publicaciones sobre las 4 Grandes Excusas Masajistas, puedes empezar por aquí].
No soy comercial, soy masajista
¿Piensas lo mismo? Siempre me ha dado mucha vergüenza que me deban dinero. Lo reconozco. Me cuesta pedir que me paguen.. Hablar de dinero.. Aunque parezca que es mejor que te deban, para mí siempre ha sido un inconveniente. ¿Cómo decirle a alguien que te pague lo que te debe? ¿Te sientes mal hablando de dinero?
¿VENDER? Ya sé que no eres comercial. Menos mal que no eres comercial. ¿Verdad? Tener que pedirle dinero a la gente es horrible.. Lo que quieres es que te valoren por tu trabajo y no como vendedor o vendedora… Pero es que eso no es vender. Eso es hacer marketing. Y no hay que vender.
No vendas… ¡Haz marketing!
¿Marketing del masaje? El mejor marketing que puedes hacer es hablar de lo que haces y demostrarlo. Eso es marketing. No lo hagas la voz de otra persona. Ni con las palabras de tu madre. Hazlo hablando tú. De tus masajes. Habla de lo que haces. De por qué lo haces y cómo te sientes..
Vender un producto es así: Hola, vendo bonos de masaje: tres sesiones de 90 minutos cada una por 100 euros. ¿Me compras uno?
Hacer marketing es hacer que la compra parezca una buena idea. Dices que se obtiene un beneficio y lo señalas: ¿Quieres ahorrarte 30€? Cómprame dos cheques-regalo de masaje y te dejo el tercero a mitad de precio. ¿Qué te parece? ¡Ahorras 30€!
Puedes hacer marketing así: Tengo un estupendo regalo antes de tus vacaciones. Tres sesiones de 90 minutos de masaje, a menos de 30 euros cada una. Podrías hacer dos buenos regalos a dos buenos amigos y darte uno para tí. Para que disfrutes también y te recargues las pilas..
¿Seguro? En realidad esta conversación está solamente en mi cabeza. Porque es lo que yo creo que mis clientes quieren oir.. Pienso que eso les va a interesar.. Pero no lo sabré hasta que no hable con ellos.
Habla de (tus) masajes con (la) gente
Habla con la gente. Crea encuentros y provoca conversaciones con las que te sientas bien. Habla de lo que haces. Hazlo cómodamente. Sin fingir nada. Siendo tú. Con tu voz. Con tus palabras. Aunque lo tengas que ensayar..
Practica. Tómate tu tiempo. Piensa en lo que necesitan (beneficios para el cliente) y escríbelo. Edítalo. Vuelve a empezar. Practícalo con el espejo. Sin miedo. Sin vergüenza.. Practica. Practica hablándolo. Practica diciéndolo. Cuanto más practiques más fácil será para tí. Sonríe y habla.. Empieza ahora.
Por ejemplo..
– ¿Cuánto vale un masaje?
– Precisamente tengo unos bonos que te salen muy bien de precio..
O bien..
– ¿Cuánto me cuesta un masaje?
– 20 minutos gratis. Si quieres una hora, son 20 euros. Hora y media 30€..
Habla de dinero. Practica. Cada vez te será más fácil hablar de dinero. Vender masajes no es nada malo. Puedes hacerlo honestamente. El dinero es importante. Ya sé que hay otras cosas más. Pero es una parte de la ecuación. Tan importante como comer y pagar tus facturas.. Simboliza seguridad y confianza en tu trabajo..
Sé natural. Hablar con la gente de lo que tienes que pagar no te convierte en ese vendedor agresivo y deshonesto que tanto te asusta ser. Te lo prometo. Tienes que creer en el valor de lo que sabes para que tus masajes funcionen. ¿Estudiaste mucho? ¿Tenías dudas?
Dí lo que vales. Cuando te pregunten, dales una tarjeta en mano y mírales a los ojos. Nunca bajes la mirada. Sonríe.. Articula tus palabras y di claramente: Mis honorarios son a 35 la hora. Aquí tienes mi tarjeta.
Posiciónate. Si no están dispuestos a pagarte eso, es porque no son tus clientes. Valórate. Pero si quieres, puedes intentar convencerles, adelante. Cuando alguien parezca interesado, avanza un poco más. Háblale de ventajas. Señala los beneficios de trabajar contigo.. Pero no bajes tus precios.
Haz demos. Nada de media hora gratis. Mejor 5 ó 10 minutos de regalo solamente.. Haz una buena oferta: Si quieres, los primeros 20 minutos son gratis, pidiéndome cita en mi centro. Después puedes subir el tiempo por poco dinero más..
+ Próxima lectura: [La segunda gran excusa del masajista: Hago lo que mejor se me da hacer, nada más].