¿Cómo Te Presentas, Masajista?

¡Hola masajista! ¿Te da miedo hablar en público? ¿Crees que es más fácil hablar a una persona que a un grupo? ¿Cómo te presentas en frío? ¿Cómo ofreces tus servicios de masaje a desconocidos? ¿Visitas empresas que no te conocen? ¿Qué necesitas para lanzarte? ¿Sientes algún bloqueo ahí?

¿Quieres conseguir más clientes de masaje?

Aprende a presentarte. Seguro que ya lo haces muy bien. Si eres masajista, te propongo algunas ideas para presentarte mejor y conseguir nuevos clientes de masaje. Algunas me las ha dado Sebastián Lora 😉

Aprende a presentarte, masajista

  1. Empieza ya mismo

    Ponte delante del espejo y preséntate. Hazlo varias veces. Practica y reconoce cuál es tu mensaje. Tiene que ser claro y conciso. Nada generalista. Muy concreto. Para que te recuerden bien. Habla con el espejo, no temas… Sentir miedo o vergüenza es normal. Enfréntate a ti. Practica ahora. Es algo necesario. Inténtalo. Habla. Supera ese miedo absurdo. Sé valiente y acéptate como eres. ¡Todo es ferpecto!

  2. Fija un objetivo claro

    ¿Vas a presentarte? ¿Para qué? Para que te recuerden. ¿Qué quieres conseguir? Lo ideal es que pienses en forma de pequeños pasos hacia tus nuevos clientes. Primero tienen que hablar contigo para después hablar de ti. Segundo, vas a ofrecer una demostración de masaje gratis o algún otro regalo personalizado. Tercero, quieres que conozcan tus precios. Cuarto, hazles alguna oferta que les pueda atreer de verdad… Por favor, ponte un par de objetivos claros (con dos o tres acciones muy concretas cada uno) para poder cumplir cada meta.

  3. Conoce a cada persona

    ¿Quiénes son? ¿Conoces a ese cliente que te gustaría tener? ¿Qué interés podría tener en tus masajes? Cuando hables con alguien que no te conoce, muestra interés en lo que te dice. Observa cómo te lo dice, aunque habléis del tiempo o de cosas superficiales. Hazlo fácil. Escucha de verdad. Pon interés o curiosidad. Que se note por fuera y por dentro que te importa. Hazlo natural.

  4. Concreta un mensaje claro

    Define qué quieres transmitirle. No le cuentes los beneficios del masaje. Eso es ridículo si no te lo pregunta. Mejor pónselo fácil. Habla del día a día. De cómo sobrelleva el estrés. De las preocupaciones. De lo bella que es la vida. De esas pausas que nos hacen sentir mejor. Y luego concreta. Una idea, una oferta o un servicio. Un masaje en la mano o el antebrazo. Algo rápido. Sin aceites. Sobre la ropa. Sin hablar demasiado sobre dolencias ni problemas de salud. En el mismo lugar. ¿Le apetece un masaje? Sí, claro, es gratis. Aquí y ahora.

  5. Pregunta y deja que hable

    Es lo más importante para conectar con las personas. Pregunta y deja que hable. Deberías dejar que hable. Que hable más que tú. Es la regla para escuchar bien. 2:1 (2 Orejas y 1 Boca). Para escuchar el doble… Escucha de verdad. Ante todo (y sobre todo) escucha. Después, teniendo en cuenta la conversación, podrás concretar tu mensaje de manera que no sobrecargues ni satures de información.

  6. Demuestra haciendo

    Deberías tener siempre un masaje a mano. Una breve demostración de tu trabajo. Para poder hacérsela a cualquier persona, en cualquier momento y en cualquier lugar. Una secuencia de acupresión sobre la espalda. Unos toques de reflexo sobre la mano. Un par de estiramientos básicos. Demostrar haciendo genera confianza. Haz muchas demostraciones. Cuantas más, mejor. Da pequeños masajes siempre que puedas. Es lo que más confianza puede generar.

  7. Regala generosamente

    Regala una tetera, un imán con tu teléfono, una taza zen, un calendario, un bolígrafo, unas flores, una orgonita, una planta, un pequeño cactus, una demostración de masaje, una sesión completa de masaje, una invitación al teatro, o a cualquier otro evento agradable, una banqueta para apoyar los pies en la oficina, un masajeador para los pies, un rascador de espalda, un buen rato de conversación agradable, cualquier producto artesano para el descanso y la salud. Regala generosamente. Ten detalles con la gente. Sin esperar nada a cambio. Hazlo con cariño. Disfrútalo.

  8. Disfruta de verdad

    Cuando hablamos de trabajo se nos olvida el juego. Es algo que se puede y se debe combinar. Busca el equilibrio. Puedes hablar de dinero y divertirte. Se puede trabajar y disfrutar. Desarrolla tu negocio pasándotelo bien. El juego es algo vital. Recuerda que el juego puede ser divertido y serio a la vez. Como la vida misma. Una cosa no quita la otra. De tí depende encontrar ese punto medio.

  9. Juega a experimentar

    Experimenta como si todo fuera un juego. Porque todo es un juego. La vida es juego… Cuando juegas, da igual ganar o perder. Lo importante es disfrutar siempre. Es la mejor manera de ganar siempre. Cobra diferentes precios. Experimenta con la publicidad. Responde al teléfono de varias maneras. Ofrece descuentos así y asá. Visita diferentes empresas. Conoce varios tipos de clientes. Prueba con otros uniformes. Habla con gente del mismo sector y de otros sectores. Intenta hacer trueque… Si fallas, vuelve a intentarlo. Aprende cuanto puedas. Fracasa o triunfa, pero aprende y gana siempre.

  10. Empieza ahora mismo

    Si sales a la calle verás que hay mucha gente. Todas esas personas se sienten bien, mal o regular. Como tú. Si te da miedo, da un paso. Solamente un pequeño paso. Algo simple. Una llamada. Una visita. Un mercadillo. Una oferta. Media hora hablando con la gente. Practica 10 minutos delante del espejo. Preséntate a una persona nueva cada día o cada semana… Pregunta por qué te recuerdan o reconocen… Aquí tienes más de 100 ideas para vender más masajes. Léetelas y pon en práctica cualquiera de ellas.

    ¡Vive tu aventura de masaje!