Lo más básico para tu negocio masajista

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¿Negocio masajista? ¿De qué me hablas? Hablo del masaje. Es lo que te apasiona. En mayor o menor medida. Es un negocio. Una actividad profesional o aficionada. ¿Cómo te lo tomas? ¿Tienes dudas? ¿Vas en serio? ¿Sientes miedo?

¿Lo más básico, dices? Pues claro que no. Lo más importante no es nada material. Ni camilla ergonómica, ni silla de masaje, ni aceite esencial, ni tarjetas de visita… Tampoco es una web, un uniforme masajista ni una sonrisa bonita. Ni siquiera necesitas saber presentar tu servicio de masaje a empresas o particulares.

Los 3 pilares más básicos para tu negocio de masaje son…

Visión, intuición y flexibilidad. Lo más básico para tu negocio masajista es que tengas una Visión. Lo segundo es que cultives tu intuición, porque la necesitarás para tratar con personas. Lo tercero es la resiliencia, para saber adaptarte a lo que venga, ser flexible al decidir cómo avanzar, creer mucho en tí y seguir aprendiendo siempre.

Visión

¿Qué quieres hacer y con quién? Ten claro lo que quieres. Lo que te gusta. Eso que te apasiona. ¿Qué pretendes? Decide hacia dónde vas y cómo te gustaría recorrer tu camino. Dime cómo ves el mundo y después decide tus metas.

  • Si quieres alcanzar el pico más alto, tendrás que apuntar a la luna.

¿Qué te motiva? Cuando algo te emociona, eso te mueve. Te hace avanzar, te motiva. Te pone las pilas. El motor de la vida puede ser una emoción o un sentimiento. Ese motor será positivo o negativo. Depende de ti, de lo que has vivido y de cómo te tomas todo lo que pasa en el mundo. Eso es lo que más te ayudará o no a conseguir los objetivos que te propongas.

Intuición

¿Cómo avanzas? Puede que te lo pienses todo antes de hacer algo. También puede que te dejes llevar por lo que sientas que es lo mejor en cada momento. A veces es difícil saber centrarte en lo más adecuado en ese momento. ¿Tienes un plan? ¿Te dejas llevar? ¿Improvisas? ¿Cómo avanzas hacia tus metas? ¿Crees que eres capaz? ¿Tienes las cualidades que hacen falta?

¿Quién te inspira? Cuando miras a alguien que lo hace bien. Fíjate en su parte más humana. Eso que lo hace vulnerable. Así sentirás que somos iguales. Lo que suele marcar la diferencia es la actitud. ¿Qué te enseña? ¿Quién te anima o motiva? Síguele sin miedo ni vergüenza. ¿Qué te gusta más? ¿Qué te gusta menos de esa persona? ¿Te sienta bien admirar y reconocer el éxito, los logros o el mérito de otros?

Flexibilidad

¿Cómo consigues las cosas? Ya tienes una meta. Ahora da el primer paso. ¿Cómo te acercas a tu objetivo? ¿Es demasiado grande? ¿Lo puedes dividir en objetivos más pequeños y alcanzables? ¿Eres capaz de dividir esos miniobjetivos en tareas concretas? ¿Sabes cuándo algo ha funcionado o no? ¿Cómo mides tus avances? ¿Eres capaz de reconocer que te has equivocado? ¿Te das cuenta cuando fracasas? ¿Aprendes con ello?

¿Hay más maneras de hacerlo? Explora caminos y no tengas miedo de reconocerlo cuando te equivoques. Encaja los obstáculos o derríbalos… Incluso me atrevo a decirte que seas valiente. Sé valiente para todo. Pero sobre todo para reconocer tus limitaciones. Hazte un DAFO y decide cómo seguir adelante. Asume la responsabilidad de estar intentando algo que puedes conseguir. Asume la responsabilidad de abandonar cuando sea necesario.

Dime qué tienes o qué te falta y vemos si te puedo ayudar 😉

Cómo Sobrevivir A La Situación Económica Siendo Masajista

Cómo sobrevivir a la situación actual si eres masajista

Hola masajista. ¿Sientes que no avanzas? ¿Dices que la cosa está mala? [Aquí iba un chiste de Chiquito]. ¿Tienes pocos clientes de masaje? ¿Crees que solamente hay que esperar a que funcione eso del boca-boca? ¿Le sigues llamando boca-boca en lugar de boca-oreja que es más correcto?

Está claro, tienes mucho por aprender todavía. Yo también, claro… Y eso es bueno, porque para eso estamos aquí. Para aprender. Para vivir. Para sobrevivir a algo que llaman crisis. Algo que nunca terminará. Dicen que se pasa, pero seguimos dentro del miedo. Es parte de la vida. Asusta mucho, pero tienes la oportunidad de elegir.

Si te sientes que no avanzas y que tu proyecto de masajista está estancado… Si das menos masajes a la semana de los que te gustaría… Aquí te propongo cinco ideas que he versionado a mi manera. Espero que te sirvan para reflexionar sobre cómo vives tu situación actual.

Reinvéntate

Si eres masajista y piensas que no puedes vivir de ello tienes dos opciones: Rendirte o luchar.

  1. Ríndete definitivamente. No te dediques a los masajes. Es lo más rápido, lo más fácil y aparentemente lo más barato. Abre tu mente y dedícate a otra cosa.
  2. Lucha decididamente. Sigue adelante con tu sueño de ser masajista. Abre tu mente y cambia tu manera de pensar. Porque está claro que no funciona. Si cambias tu pensamiento cambiarás tu realidad. Eso lo dice la ciencia, la filosofía y el sentido común. ¿Lo has intentado alguna vez? ¿Lo habías considerado?

¿Lo has pensado? Atrévete a pensar en otra realidad. Imagínate otra situación. Es posible. ¿Qué hace falta? ¿Qué habilidades necesitas? ¿Qué puedes hacer para cambiar de dirección?

Atrévete a cambiar, masajista. Cada cambio es una oportunidad para vivir nuevas experiencias. Para crecer como persona y como masajista. En este ambiente económico actual puedes encontrar tu nicho de mercado. Busca nuevas oportunidades a tu alrededor. No hace falta irte lejos. La zona de confort empieza y termina en tu cabeza.

Reúnete

Júntate con más masajistas. Pasa tiempo con otra gente como tú. Con ganas de cambiar. Aunque todavía no sepáis cómo hacerlo. Eso que llaman conciencia colectiva funciona. Las decisiones que tomas ahora dependen de ti y también de las personas con las que pasas más tiempo.

¿Con quién andas, masajista? Pregúntate: ¿La gente que te rodea es la adecuada para avanzar? ¿Son quienes te apoyan? ¿Te ayudan a evolucionar? ¿Qué te aportan a largo plazo? ¿O deberías estar cerca de quienes piensan en positivo? ¿Dónde puedes encontrar cabezas pensantes, creativas, inconformistas y luchadoras?

Aprende

Aprende marketing, masajista. Aprende a vender tu servicio, que son tus masajes. Desarrolla nuevas habilidades personales. Mejora tu capacidad para anunciar tu producto, que es tu masaje. Es normal que tengas miedo. Por eso pones tantas excusas. Deberías darte cuenta.

Inténtalo. Equivócate. Fracasa. Vuelve a intentar. Aprende. Inténtalo otra vez… Eso forma parte del buen marketing masajista. Es la única manera de aprender. Lo que necesitas no es saber más de masaje, sino practicar cómo vender más. No hay secretos.

Deja ya de apuntarte a nuevos cursos de masaje. Empieza a desarrollar tus propias habilidades personales para hacer lo que se llama marketing humano. Las técnicas avanzadas, las manipulaciones expertas y las nuevas terapias son todas estupendas y maravillosas, claro que sí. Y los conocimientos más avanzados de anatomía o fisiología son importantes. Pero ahora toca ganar más invirtiendo menos.

Tienes que aprender a vivir del masaje. No puedes solamente sobrevivir. Porque el mundo necesita masajistas y lo sabes [chiste de Julio Iglesias]. Hay mucha gente que necesita tu ayuda. Dolores de cuello. Rigidez de hombros. Espalda sobrecargada. Piernas cansadas. Estrés y tensiones por todas partes… Te están esperando. Aunque haya crisis. Te necesitan. Recuérdalo.

Céntrate

¿En qué piensas cuando hablamos de la crisis y de tus masajes? Es muy fácil gastar energía pensando en lo que debería ser. Seguro que le das muchas vueltas a lo que no te gusta. Diciendo que te gustaría que todo fuera de otra manera.. Ya sabes a qué me refiero… Dedicas mucho tiempo a ese futuro ideal que tanto te gustaría tener, ¿verdad?

Pues lo mejor es pensar en el ahora. Enfócate en el presente. Es muy importante. Todo lo que es pasado ya se ha pasado y el futuro todavía no ha llegado. Lo pasado pasado está. Solamente hay arrepentimientos y culpas. Lo futuro está sin definir. Solamente contiene preocupaciones y miedos. Por lo tanto, piénsalo. Aquí y ahora es el único momento que tienes.

¿Y si ésto fuera así? ¿Y si lo otro fuera asado? Si tienes esas preguntas mucho tiempo en mente, entonces atraerás demasiados pensamientos que te dispersan. El subconsciente trabajará en algo que te desanima. Una posible solución para cambiar esos patrones que se repiten es ponerte alarmas de vez en cuando para recordarte que es mejor centrar tu energía en lo que estés haciendo. Vive tu presente aquí y ahora.

Actúa

Tu mente es la mejor herramienta para tu negocio de masajes. Lo último que deberías hacer es no hacer nada. Tenlo claro. Es una cuestión de actitud (lo que haces). Más que de aptitud (lo que sabes o para lo que vales). Pregúntate qué puedes hacer. ¿Qué puedes mejorar? ¿Qué habilidad tienes que refinar?

Inténtalo. Muévete. Desarrolla nuevas maneras de pensar. Nuevos hábitos personales y nuevas habilidades profesionales. Es todo lo que necesitas para conseguir nuevos clientes de masaje. También hay que mantener a los que ya tienes. Es una cuestión de crecimiento personal, de mejora constante y superación. ¿Cómo puedes aprender eso?

Pide ayuda. Busca alguien que te oriente. ¿Quién te puede enseñar a hablar en público? Piensa en tu grupo de masajistas para funcionar en concordancia. ¿Qué podeís hacer para cambiar la situación? Haz un plan para formarte de verdad. ¿Cómo se aprenden las estrategias de marketing masajista? A veces las cosas son muy fáciles, pero tienes que dar un paso adelante. ¿De quién es la responsabilidad de tu negocio?

CONCLUSIÓN:
Para sobrevivir como masajista, empieza a vivir. Disfruta. Equivócate y celébralo. Intenta. Juega. Practica y déjate enseñar. Haz un plan y supérate. El mundo te está esperando, masajista.

¿Cómo vas a desarrollar tu negocio de masaje? ¿Qué crees que necesitas para conseguir más clientes? ¿Cuál es tu plan? ¿Sabes cómo vivir del masaje?

Las 4 Grandes Excusas Del Masajista

Blog de @antonReina sobre Marketing Masajista

¿Sabes que muchos masajistas, terapeutas y sanitarios tienen problemas por el dinero? Principalmente los autónomos, legales o no… Discuten sobre cómo ganarse la vida con los masajes y las terapias que hacen. Tienen problemas para que se reconozca el valor de su trabajo..

Por eso he adaptado estos 4 artículos en inglés que trataban el tema y los comparto contigo. Me refiero a las excusas más frecuentes de masajistas, por masajistas, para masajistas y entre masajistas.. Es un tema de actitud personal y apertura de mente profesional.

¿Te cuesta cobrar tus masajes? ¿Te resulta difícil pedir que te paguen por algo que ya has hecho? ¿Cuál crees que es el verdadero problema? Estos son los argumentos que suelen poner (y que nos ponemos) los masajistas como excusa:

Las 4 Grandes Excusas:

  1. Es que no sé vender / No soy negociante..
  2. Hago lo que mejor se me da, que es dar masajes/terapias..
  3. Todos quieren masajes gratis / Nadie quiere pagar masajes..
  4. No quiero parecer desesperadx por cobrar/dar masajes..

¡Guau! ¿Te suenan de algo esas frases? A mí sí. Y mucho. Las oigo casi a diario. Casi cada día las repiten muchos masajistas, quiromasajistas, terapeutas, profesores de yoga y fisioterapeutas o sanitarios que trabajan por su cuenta..

Al principio creía que era algo típico de la gente que se dedica al masaje y las terapias, pero me he dado cuenta que eso le ocurre a la mayoría de emprendedores. La inmensa mayoría de las personas que quieren tener su propio negocio, pasan por aquí.. Por eso creo que ya está bien.

¡Basta ya! Es hora de tomar el control. Tu control personal. Controlar tu trabajo. Controlar lo que haces. Controlar lo que piensas. Lo que valoras. Valorar lo que haces. Porque tu trabajo vale. Y ese valor tiene un precio. La gente necesita verlo y saberlo para poder pagártelo. Porque cuando no ves lo que vale tu trabajo, haces demasiados descuentos..

Empieza Ganando Confianza

  • ¿Y cómo ganas confianza? Practicando.
  • ¿Cómo saben los clientes cuánto vales? Practicando.
  • ¿Cómo valoras lo que vales? Practicando.
  • ¿Cómo atraes a tus clientes ideales? Practicando.

¿Cómo hablas? ¿Cómo te hablas? ¿Observas las cosas que te dices? Me refiero a las quejas, las excusas y las frases negativas que muchas veces se repiten de manera automática… Las quejas… ¿Te quejas? ¿Cuánto te quejas?

Piensa diferente. Intenta encontrar una manera de pensar diferente. Cambia tu manera de pensar. Date cuenta de cómo piensas. ¿Cómo hablas de tu trabajo? Escúchate. ¿Cómo hablas de tí? ¡Escúchate!

+ Próxima lectura: [La primera gran excusa del masajista: No soy vendedor-No sé vender]