Ay, la luna.
Siempre te escribo.
Siempre te pienso.
Siempre te siento.
Luna lunera, que me abrazas
en la noche y
me tienes en vela.
Te miro mucho.
Te escribo aquí.
Te admiro más.
Te pienso ahora.
Siempre estabas.
Perdiendo la cabeza.
Lunático me sentía.
Lunático me decían.
Lunático porque sí.
¿Lunático por ti?
No te puedo culpar.
Eso me viene de mí.
Es que soy así.
Te cuento mi cuento.
Me salen y no me salen.
Los cuentos ni las cuentas.
Me pierdo en la mente.
Me siento en viajes.
Mundo de sueños.
Mundo de magia.
¿Y ahora?
Ahora mismo estoy escribiendo desde la ambulancia.
En esta noche de luna.
Noche de carretera.
Noche de pateras.
Kilómetros y antígenos.
Es lo que toca.
Por la mañana vacunas.
Por la tarde emergencias.
Por la noche en la playa.
Y de madrugada…
Nos amanece en autovía.
Volviendo para Murcia.
Así mi guardia.
Ocupado y enamorado.
De la gente y de la luna.
Explorando actitudes.
Probando habilidades.
Refinando virtudes.
Por y para mi salud.
Por bienestar mental.
Mañana más.
¡Buen día!
–
antonReina))) 
Buenos días ☀️