¿Te digo qué?
Ayurveda.
Hace tiempo conocí un poco. Es ese sistema para la salud y el bienestar. Tradicional de la India. Tiene mucho que ofrecer y enseñarnos, por cierto.
En fin. A lo que iba.
Ni a favor ni en contra.
Más allá de extremismos sinsentido, que no aportan nada, me quedé con algo muy interesante.
Una cosa.
Es un principio que se podría usar para evitar posibles efectos indeseados de muchos productos que usamos a diario.
Es una clave para decidir qué usamos sobre nuestra piel y nuestro cuerpo.
Es un concepto que nos ayuda a comprender mejor cómo nos relacionamos con el mundo que nos rodea.
Estamos más impregnados del entorno de lo que pensamos.
La piel es más permeable y protectora de lo que parece.
Una idea.
Ahí va.
Usar sobre tu cuerpo solamente productos que puedas ingerir sin miedo.
Aceites. Cremas. Ungüentos. Aplicaciones. Enjuagues. Mascarillas. Lociones. Jabones. Exfoliantes. Protectores. Dentífricos… Que sean alimentos.
Es lo más importante.
No ponerte nada que no te puedas comer.
Después de todo, son productos que te metes al cuerpo, a través de la piel. Y se supone que deberías pensar en la calidad de lo que comes.
En fin.
Todo es relativo. Y aunque no te puedes aislar del mundo, ni de la contaminación, ni de los tóxicos del ambiente, sí que puedes cuidar un poco lo que te comes. Y lo que te pones en el cuerpo.
P. D. – Temas así me planteo. Para cuidar de mí y de los demás. Para promover la salud y el bienestar. Autocuidado y calidad de vida… ¿Cómo te cuidas tú?