La temperatura es lo de menos.

La hora es lo de menos.

El sitio es lo de menos.

Lo que me ocupa es la dirección y el sentido.

Que se dice pronto.

La dirección es una dimensión. Una línea en la que te mueves. No es necesariamente una línea recta. Es por donde te mueves. La tela de fondo sobre la que puedes pintar.

Y el sentido es el para qué. Tu paraqué. Ese paraqué que te dice el corazón. Esa intención que le pones tú. Eso hacia lo que apuntas con lo que haces y con lo que decides. Eso es lo que eres. Lo que pintas…

O no. No lo sé. Sigo probando brújulas. Mientras me dejo llevar por el mismo camino que hago al andar.

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