Felices fiestas.
En estos días nos da por felicitar a todos.
Es posible que muchos feliciten incluso a gente con la que no se comunican frecuentemente.
Eso me gusta.
Bueno, no me gusta.
Intento controlar un poco.
Que no me arrastre la inercia.
A ver.
Me gusta mucho que la gente se acuerde de otra gente. Y que tenga el gesto, aunque sea mínimo, de reenviar un mensaje que ha ha sido reenviado muchas veces.
Eso me gusta.
No me gusta, claro está, recibir algo que no parece nada personal ni personalizado. Pero eso seguramente sea mi propio ego, que quiere hacerme creer que soy alguien, que merezco ser exclusivo y que no soy una persona cualquiera.
Eso. Ego.
¿Y yo qué hago?
Pues intento hacer lo que me salga del bolo. Pero de la manera más consciente posible. Tanto al enviar mensajes como al responder o no responderlos.
Darme cuenta.
Precisamente para que no me arrastre la inercia, claro. Aunque seguramente eso mismo sea parte de otra inercia.
No lo sé.
Hoy también quiero escribir y me aparece compartir estas ideas con mi lista y con el público de mi blog.
Ahí queda eso.
Felices fiestas y acciones conscientes.
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Antoñadas así todos los días gratis XD en mi lista privada de correo.