Dices tú del escaqueo.
No es hacer el perro.
No lo es.
Es ofensivo.
Para los perros.
Porque los perros no son perros. En el sentido de gandules. No son perros. Son todo lo contrario. Aunque en algunos lugares llamarte perro sea uno de los peores insultos.
¿Gandules?
Salvo que dediquen su tiempo libre a pensar en soluciones para los problemas del mundo, los gandules son un lastre para los demás. Esos sí que son unos perros. En el peor sentido de la palabra.
¿Perros callejeros?
Un perro callejero se busca la vida. Aprende de la gente. Sabe sobrevivir con lo que se encuentra en su camino. Ese sí que es un perro, pero en mejor sentido. Un animal noble y leal.
¿Somos perros?
Sí.
Somos perros vagando por este mundo. Buscamos una casa que defender. Una familia que proteger. Un proyecto. Un trabajo. Una manada.
Un callejero perro es el que vive en la calle pero no se esfuerza. No lo intenta. No se molesta por intentar nada. Espera que le caigan las cosas del cielo. Todos somos un poco callejeros. Llegamos y marchamos solos. Sin más equipaje que lo vivido y aprendido.
Perros callejeros no es igual que callejeros perros.
Aquí el orden de los factores sí que afecta al resultado. Sin lugar a dudas. Aunque en matemáticas parezca lo contrario. Pero es que la lengua y la escritura son una especie de matemáticas aplicadas. Una serie de programas y cálculos más complejos que las mates.
Metáfora de la vida.Solo somos perros.
Estamos en la calle.
Perros personajes.
No como adjetivos.
Actitud de callejeros.
Personajes callejeros.
Nunca como víctimas.
Nunca como adjetivos.
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P. D. – No desisto de mi proyecto sobre el escaqueo. Veremos qué me depara el camino…
https://antonreina.com/el-arte-del-escaqueo/