Dices tú de mi abuela.
La que me daba pan mojado en vino y azúcar para merendar.
¿Era una mala madre?
No lo sé. Dímelo tú.
¿Por el vino, dices?
¿Acaso por el azúcar?
¿O por el pan blanco?
Seguro que estaba convencida de cuidarnos bien. Pensaría que era lo mejor de lo mejor para los críos. Como cuando iban a buscarle sesos para dárselos a mi madre de pequeña. Historias.
Pero lo que más me sigue viniendo a la mente sobre mi abuela, además de que siempre trabajó mucho y fue una mujer dura de pelar hasta el final, es que no sabía hablar por teléfono. Ahora verás.
No había móviles. Solamente algún fijo en el pueblo. Y la gente iba allí a llamar o recibir llamadas de sus hijos que trabajaban o vivían lejos.
Lo más sorprendente es que no sabía hablar por teléfono. No podía articular palabra.
A mi abuela le pasaba algo tremendo. Le marcaban el número y le pasaban el aparato. -Póntelo en la oreja, así, y habla- le dirían. Y se quedaba paralizada.
No es que no supiera usarlo, que desde luego no sabía. Es que se quedaba sin voz. Y no podía hablar con el teléfono.
Por eso admiro a los mayores que se atreven a explorar las redes sociales digitales. Admiro al que usa guasap aunque sea solamente con audios. Con las letras gigantes. Dedicando muchos minutos a escribir unas pocas palabras.
Es importante cultivar nuestra alfabetización digital. Mantenernos actualizados. En la medida que consideremos suficiente para poder vivir. O sobrevivir. Aunque hay algo más vital y necesario que eso.
¿Te digo qué es?
El autocuidado.
El autoconocimiento.
Cultivar el autocuidado en general y cultivar el autoconocimiento en particular. Mediante la magia, el arte o la ciencia. Hay muchas herramientas. Solamente necesitas curiosidad.
De eso va una parte de lo que considero la revolución del bienestar. Todavía no me atrevo a publicar al respecto, pero sigo practicando. De todas maneras de eso se trata, ¿no? De eso iba la vida…
P. D. – Mi lista privada de correo, para que te lleguen más antoñadas y más personales, https://antonreina.activehosted.com/f/1