Imagínate.
Un cenicero grande.
Abarrotado de colillas.
Cenicero muy grande.
Muchas colillas.
En la puerta del hospital.
Fui fumador. Y me he asustado.
¿Algún problema?
Ninguno.
Simplemente me ha llamado la atención.
Le iba a hacer una foto, pero me ha dado vergüenza.
Demasiada gente sentada en la escalera y fumando alrededor.
Soy vergonzoso, aunque no lo parezca.
.
¿A qué viene esta historia?
Muy fácil. Estaban descansando.
Sí, sí, se supone que la gente ahí sale a descansar.
A tomarse un respiro. A desahogarse. A parar.
Y así es como hemos decidido que se hacen las pausas.
Tomándote algo. Comiendo o bebiendo. Fumando o mirando al móvil. Poniendo la tele o hablando con alguien. Muchas veces por inercia. Porque así lo hace la gente y ya.
¿Se te ocurren otras maneras de descansar?
Dando un paseo. Mirando por la ventana. Estirándote un poco. Bailando unos segundos. Cerrando los ojos. Meditando un poco. Leyendo algo que te gusta mucho. Imaginando. Escribiendo. Dándote un masaje en las manos, los pies o la cara.
¿Que te da vergüenza eso también?
Pues solamente puedo hacerte preguntas y propuestas. Tengo más ideas para darte. Para que te animes a probar algo diferente.
P. D. – De eso te hablo en mi proyecto sobre autocuidado y bienestar.
Apúntate a mi lista y en cuanto la sepa manejar y lo tenga en marcha te lo cuento por allí primero, ¿vale? https://antonreina.activehosted.com/f/1