Dices tú de mili.
La gente quiere saber.
Saber de todo. Conocer el mundo.
Cada uno a su manera. ¿Te has dado cuenta?
Mi amiga Raquel no tiene tele. Pero lee muchísimo y viaja. Habla con mucha gente. Parece más que suficiente. Pienso que está bien informada.
Es lo que me parece.
Se nos inunda con noticias y publicidad. Vivimos en la inercia de los grandes medios de comunicación. No sabemos respirar sin el móvil. Las redes sociales se tragan nuestras horas. La televisión sigue zombificando a la gente.
Mi padre dice que la vida es fácil.
Somos nosotros los que nos la complicamos.
Muchas veces le doy la razón. El que quiera saber que se compre un viejo.
Buscamos información.
Consumimos noticias.
Hablamos con los demás.
Siempre con el teléfono.
Todos los días con el guasap.
¿Y para qué?
Supongo que buscamos mejorar.
La felicidad, esa que dicen…
Al menos es lo que aparentamos.
El deseo de estar mejor.
Estamos aprendiendo a vivir.
Supongo que para estar mejor.
Vale.
Otros prefieren seguir la corriente. Dejarse llevar.
No se cuestionan tanto. Hay que respetarlo.
Soy responsable de lo mío, y también un poco de los demás.
Por eso digo que queremos saber. Aunque algunos no tanto.
¿Y qué queremos saber?
¿Qué es eso tan importante?
Pues ahí está la clave de todo.
Que no sabemos qué es lo que importa.
La pregunta más importante es la siguiente.
- ¿Qué es lo más importante para ti?
P. D. – Para mí lo más importante es mejorar mi vida. Cultivando mi salud física, mental y espiritual. Cuidando la calidad de mi tiempo. Gestionando adecuadamente mi dinero.
Apúntate a mi lista, porque iré compartiendo lo que sé y lo que aprendo.