Es de noche. Ya es verano.
Salgo al balcón y me siento. Miro a cielo. Tomo el fresco.
Molaría contarte que llevo una taza de té, pero es un vaso de agua.
Siempre me ha fascinado mirar a las estrellas.
Me siento bien pensando en el límite del tiempo y el espacio.
Todo es una ilusión. Y sin embargo tan real como leer o viajar.
Son maneras de expandir la mente y abrirme para dejarme volar.
Me pongo filosófico y no es para menos.
Luego vuelvo a la Tierra y me doy cuenta.
La poesía y la filosofía deberían vender más.
Pero, ¿cómo resuelvo esa ecuación?
Seguro que el arte es la solución.
Pero, ¿qué tiene que pasar para crear arte?
¿Y para venderlo? Esa es otra…
Ahora que todos parecemos enganchados a lo inmediato.
¿De dónde surge lo artístico?
Más allá de la estética, siento que está el mensaje.
Pero, ¿acaso no es algo que ocurre?
¿O simplemente se puede diseñar?
Lo único que creo saber es que todo es real e irreal al mismo tiempo.
Lo auténtico es lo que sale. Simplemente.
Lo verdadero es lo que ocurre. Sin más.
Nada más. Nada menos.
Ya termino por hoy. Tú sigue con tu día y con tu semana.
P. D. – Uno de los proyectos que me propongo terminar es un discreto manual.
Tal vez nunca llegue a ser libro. No lo sé. Está sin terminar.
Va sobre los que se escaquean. Puedes apoyarlo aquí mismo:
antonReina))) 