
Renaces cada día, cada semana, cada mes, cada año, cada década… Por eso hacemos y volvemos a hacer planes. Por eso rehacemos listas con nuestros valores y prioridades. Por eso seguimos fijando objetivos, midiendo y comparando nuestro estado actual con el que nos gustaría o no tener. Decide cómo te tomas la vida. ¿Respondes y reaccionas o propones y actúas?
Renaces cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo… Con cada respiración. Con cada ciclo celular. Con cada decisión. Cada vez que decides lo que prefieres, lo que piensas, sientes u opinas. Todo lo que manifiestas es un reflejo de ti. De la vida y la muerte. Cada vez que te expresas estás renaciendo. Decide cómo respondes a la vida. ¿Devuelves y reaccionas o propones y accionas?