
Eres tu cuerpo y eres tu mente. Eres lo que sientes y lo que piensas. Eres lo que haces y lo que decides. Todo eso y más es lo mental. Tu mente ejecuta órdenes. Unas conscientes y otras inconscientes, interpreta el mundo que te rodea y piensa. Habla sobre lo que ocurre. Tu cuerpo es el reflejo de lo que te pasa por dentro.
¿Qué tienes en la cabeza? Cómo te hablas condiciona cómo te sientes. Y lo que sientes condiciona lo que haces. Cómo te comportas depende de cómo te ves. ¿Cuál es tu historia? ¿Quién te dices que eres? ¿Qué te cuentas sobre ti? ¿Has mirado en tu mente? ¿Crees que eso importa?
Creo que importa mucho. Importa porque no puedes escapar de lo que eres y de tu historia de vida.
Decido cada día, y desde mi perspectiva, el siguiente paso.
Sé que hay mucho que decidir pero cada día me obliga, a pesar de mis indecisiones, a seguir.
Se puede seguir? Sí, siempre se puede elegir y seguir, o no hacerlo,. Desde luego sé que importa, importa a pesar de tus errores, o de lo que crees que eres, siempre vale algo para alguien y tb ahí reside la esperanza de seguir.
Supongo que me hablo peor de lo que debería pero cuando siempre sale algo mal, pongo la cara buena, es lo que me sale, y quiero pensar que en realidad, y a pesar, de lo mal que me hablo, algo bueno hay en ello y casi siempre, son los demás los que me hacen verlo. Eso es bonito y eso ayuda
Tú como te hablas Antón?
Qué buena, Manu!
Muchas gracias por tu pregunta!!
Pues hasta hace muy poco no sabía ni cómo me hablaba. Llevo mucho tiempo elaborando la coherencia y quería despedirme de una parte de mí. Sin embargo he descubierto que esa parte oscura era el miedo, origen de culpas, enfado, rencor y sufrimiento.
Creo que ahora estoy reescribiendo mi vida, mi narrativa y mi amor propio.
Qué bien!
Yo siempre he creído en mí y nunca me he conformado… Ahora me alegro mucho de haber seguido ahí 😉