Dibujo nro. 155 publicado en la revista Nosotras del diario ABC Color
Para recortarlo y repartir un poco de amor en papel.
Sé amable. Aunque no seas buena persona. Es algo tan raro y tan innovador… Yo diría que hasta moderno. ¿Acaso ser amable no es lo más heavy o punk en esta sociedad individualista? Decir la verdad es novedoso. Respetar al prójimo ocurre poco. Por eso te lo digo: Vé a contracorriente. Trata bien a los demás. Respeta. Dí palabras mágicas. Hola. Buenos días. Buenas tardes. Por favor. Perdón. Gracias.
Ignora a la corriente. Sé rebelde. No sigas a la mayoría. Lo que cuenta es lo que tú eres. Lo que tú crees. Lo que tú quieres. Lo que tú haces. Lo que tú piensas, sientes y transmites. ¿Eres amable? Es lo único que puedes aportar al mundo. ¿Acaso te importa? ¿A quién le importa? Lo que importa es qué o quién te importa a ti.
Pongamos de moda ser buena gente. Como decía PatriBaez con esta bella viñeta de María José Jara (Anita_Dice). Ceder el asiento, ayudar con las bolsas, dejar salir del ascensor, dar los buenos días… Una de esas conversaciones que te hacen sentir y pensar. Jesús @chuchencio se preocupa por los profesionales quemados y saturados. Gracias a la reflexión de Alberto:
– Nuestra actitud marcará la diferencia, ¡quizá la única diferencia!
antonReina))) 
Ui.. es que esto de ser buena gente… cada uno tiene sus principios y valores.. Estoy convencida que hasta al más cabroncete de tu empresa si le preguntas te dirá que èl es buena gente… y hasta que és amable.!!!!!!
Yo no quiero buenos dias o buenas tardes como si fuera un charrasquillo.. quiero un buenos dias real, con mirada a los ojos, con sonrisa…
Me pirran tus reflexiones….
Tienes razón, jajaja, que yo también soy buena gente, eh? Claro que sí…
Las buenas maneras aunque sean en automático pueden generar dos reacciones:
1 fomentar un buen ambiente, aunque no sea del todo real, favoreciendo la cortesía,,
2 ó asustar más todavía, porque a los dañinos se les acaba identificando, por muy psicopatillas listillos que sean.
Yo tampoco quiero esa falsa amabilidad en mi vida, pero sí la prefiero en el ambiente laboral, aunque sea para eso que quieren llamar humalnizar.