Cada día lo pienso.
¿Qué toca hoy?
¿Qué debo hacer?
Como si fuera determinante.
Como si definiera el día.
Lo mismo que en la vida.
¿Qué hago y para qué lo hago?
Además de las rutinas.
Después de los deberes.
Casa, trabajo, proyectos…
Después de lo planeado.
Tras las tareas establecidas…
Me pregunto cómo trascender.
No sé por qué sigo inquieto.
Buscando y probando.
Inconformado.
Sediento.
No parece angustia vital, porque no me atormenta.
Más bien sería una cierta necesidad de crecer.
Parecen ganas de trascender.
De sembrar. De pulsar.
De ser y de cultivar.
Escribir me ayuda.
Escribiendo encuentro nuevas salidas.
Caminos nuevos antes impensables. Todo es mente.
Y eso parece una terapia. Un bálsamo estimulante.
Un cuidado que consuela. Un calmante para el corazón.
Me gusta publicar lo que escribo. Sin apego.
Y al mismo tiempo, me gusta que sea íntimo.
Por eso escribo todos los días para mi lista de correo.
Te apuntas y te borras gratis. Desde aquí mismo.
https://antonreina.activehosted.com/f/1
No prometo nada. Solamente son antoñadas.
Un cordial saludo.
Que tu día sea propicio.
😊