Muerte y despierte

Dices tú de los muertos.
Hay que celebrar este día.
Pensando en la muerte.
Porque es parte de la vida.

Me gusta recordar a los nuestros. Cómo murieron y cómo vivieron. Pensar en lo que nos dijeron y en lo que nos dejaron. En sus legados. En sus lecciones. En sus ejemplos y en sus errores. Aunque no somos nadie para juzgarlos, necesitamos pensar y opinar para aprender y crecer.

Gracias a los muertos.
Como nuestras raíces.
Como nuestros padres.
Como nuestros pioneros.
Como nuestros guerreros.

Los que han pasado antes.
Son nuestros creadores.
Son nuestros anteriores.
Son nuestros primeros.
Callados. Inmóviles.
Recordados. Repudiados.
Amados. Respetados.
Admirados. Idolatrados.
Juzgados. Desaparecidos.

Cuanto más pienso en la muerte, sorprendentemente más me siento en la vida.

Para vivir fuerte, piensa en la muerte. Así es la suerte.

Es por eso que hablo de despierte. De despertar. De filosofar. De decidir pensar así o asado. Aunque eso no nos lleve a ningún lado.

.
Dices tú de la muerte.
Cada uno con su visión.
Yo tengo una que me consuela.
Y tengo otra que me pone las pilas.

Dos visiones.
Dos ideas.
De la vida y la muerte.
Dos consideraciones.
Dos conceptos.
Dos opuestos.
Dos polos.
Del morir.
Del vivir.
Bueno.
Son más.
Más de dos…

A saber.

La muerte es un paso más de la vida. Eso me calma.
Pero como no sé qué hay después, eso me activa.

Tenemos varias vidas y volvemos para hacerlo mejor. Eso me gusta.
También sé que si eso no es así, tengo que hacerlo mejor aquí y ahora. Eso me centra.

Los castigos y el infierno ya ocurren en esta vida. La que ocurre antes de la muerte. Por eso decido ser bueno la mayor parte del tiempo. Y no le temo al qué habrá después más que al qué pasará mañana.

Como todos somos susceptibles de morir por el mero hecho de haber nacido, lo mejor es vivir sabiendo que al final nadie es más que nadie.

La muerte nos iguala.

Algunos dirán que es socialista. Otros que es capitalista, porque hay quienes se mueren mejor que otros. O que es capitalizada, porque también es negocio.

Si la muerte es un trance, llevamos toda la vida practicando.
Si la muerte me sorprende, no tendré escapatoria.
Si me llega amable, me dará tiempo a organizarme. Si es dolorosa, dirán que algo habré hecho, pero me consolará que tengamos drogas para los menos valientes.

Si la muerte es el último horizonte, entonces es como si se acabara el mar, la tierra fuera plana y nos cayéramos al eterno vacío. Por eso veo ese vacío como el origen de todas las cosas.

Y si al morir no se acaba el mundo, porque hay barcos para seguir, entonces no queda otra que seguir adelante. Porque así es la vida. La vida que incluye a la muerte. Me quedo con ese sentido. Me gusta, me consuela y me motiva.

Quien no se conforma es porque no quiere, digo yo… Y me quedo tan tranquilo con el tema del morir. Para así poder concentrarme en vivir.

Para vivir fuerte, mejor piensa en la muerte. Esa parece nuestra suerte.

.

P. D. – Aquí mueren mis antoñadas diarias. Seguiré publicando por aquí, pero daré preferencia a mi lista privada de correo:
https://antonreina.activehosted.com/f/1

Veamos qué nos depara el camino y el destino, después de la vida y la muerte.

Pasa un buen día.
Vive bien tu día 😉

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