Los huevos de mi padre

Hola.

Hoy te cuento una pequeña historia sobre mi padre.
Parece un chiste. Sin embargo es real. Ya verás.

Se llama Pepe. Está jubilado. Tiene gallinas. Andan sueltas.
Entre los árboles. En el pueblo.

Esas gallinas comen muy bien.
Son para poner huevos.
Siempre me da unos cuantos.
Riquísimos, por cierto.

Los animales van envejeciendo, las va renovando.
Hace poco fue a comprar seis gallinas jóvenes.
¿Y qué pasó?
Que compró cinco.

¿Por qué?

Mi padre tiene muchas historias.
Unas que cuenta él y otras que cuento yo sobre él.
Entre otras cosas, tiene chascarrillos para todo.

Siempre me ha dicho que estudie para no trabajar.

En el sentido de darle a la cabeza para no darle a los pies.
En el sentido de que me haga el trabajo fácil.
Se refiere al esfuerzo inteligente.

El vendedor le preguntó. Que por qué compraba cinco, si siempre se llevaba seis.
¿Y qué le respondió mi padre?

— Es que siempre que te compro seis se me muere una. Así me la ahorro. 

Te parecerá una broma lo que le dijo. No lo es. 

Es una manera de ser. 

Una forma de darle la queja con estilo y buen humor. 

¿Qué te parece?  Yo me quedo con las risas. Dice que no le gusta trabajar. Pero siempre me ha enseñado a hacer las cosas bien. 

Prefiero vivir desenfadado. Responsable pero también alegre.  

P. D. – Todavía es provisional, aunque ya puedes apoyar mi libro sobre el escaqueo https://antonreina.com/el-arte-del-escaqueo/ 

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