Voy a escribir sobre algo que te puede interesar.Lo mismo no te interesa, claro.
Tú verás.
Mira.
No sé cómo te va la vida.
A mí me ha ido mejor y también me a ido peor.
Todo depende de con qué me compare.
¿Con qué te comparas para decir que te va bien o mal?
Hace poco me di cuenta de una cosa.
Para algunos será una tontería. Para mí no lo es.
Solemos tener metas poco definidas. Objetivos demasiado genéricos.
Yo creo que el éxito es sentirte bien porque tienes lo que quieres. También es sentirte bien porque quieres lo que tienes, pero ese es otro tema.
Aquí me refiero a que he decidido considerar el éxito como la medida en que consigo las cosas que me proponga. Lo primero es saber lo que quieres. Eso tal vez sea lo más difícil para ti, no lo sé. Para mí lo era. Ya no tanto.
Y una vez que tengo claro lo que quiero, lo siguiente es empezar a hacer cosas que te acerquen a tu meta ideal. En mi caso, esas cosas son hábitos que estoy incluyendo en mi vida cotidiana. Meditar. Leer. Escribir. Estudiar… Tú tendrás otros hábitos. No lo sé. Pero para los que yo estoy cultivando ahora, necesito un par de horas al día.
Tampoco puedo cumplir esas tareas todos los días, pero sí que puedo medir cuántos días cumplo cada mes o cada semana. Ahí es donde estoy ahora. Siempre construyendo. Por activa o por pasiva. Aquí he decidido que sea por activa. O sea, haciendo. Intentando.
No sé si sabrás que mi punto más débil es concluir. Cumplir lo planeado. Soy muy bueno en pensamiento divergente, pero me cuesta horrores concretar y ejecutar todas las tareas. Mi lado oscuro se resiste a hacer.
¿Has descubierto cómo es tu lado oscuro?
¿Sabes lo que se cuece en esa mente subconsciente que no te deja avanzar?
En mi caso supongo que es miedo a exponerme. Miedo a que me vaya bien. A generar envidia en los demás. Me resisto a sobresalir… Soy yo mismo contra mí. Estoy evitando esos cambios en mi vida. Porque cuando realizas lo que de verdad te gusta, te conviene o necesitas, lo que ocurre es que la vida te cambia.
Hoy quería escribir. Nada más que eso. Me encanta teclear. Nada más. Nada menos que enfrentarme a lo que más me gusta. Todos los días un ratico. ¿Qué te gusta a ti? De eso se trata. De cultivar los hábitos que te mejoran. ¿Qué te lo impide?
P. D.1 – Practico lo de escribir cada día porque quiero ofrecer el tipo de productos que me piden muchos masajistas. Tanto profesionales como aficionados. Ya está bien de dar vueltas. Es hora de compartir ideas, experiencias y sabiduría. Que la tienda está vacía todavía, fitetú en: https://antonreina.com/recursos/
¡Ahí estamos, compañero! Gracias por el refuerzo! Un abrazo!