Táctica y estrategia… Tu estrategia para vender masajes es el plan general que tienes. Las tácticas son los métodos y los procesos concretos que usas dentro o no de tu plan global.
Estrategia = Plan general
Táctica = Métodos concretos
Tres tácticas básicas. Ten claras al menos estas tres tácticas para vender masaje. Intenta pensar en ellas seriamente. Es decir, que no las subestimes. Analiza qué necesitas para poner en marcha cada una de ellas (hazte un DAFO). Y decide qué, por qué, cómo, dónde y cuándo las vas a implantar en tu negocio de masajes.
Táctica 1# para vender masaje
Hablar con la gente
Habla con la gente. Escríbeles. Llámales. Mantén contacto frecuente para que se acuerden de tí. Trabaja tu agenda de contactos. Mantén vivas las relaciones..
Presencia. Preséntate físicamente en una oficina en la que conozcas a alguien. Visita un negocio al que te gustaría ofrecer tus servicios. Aparece como por sorpresa si hace falta. Lo importante es que hables con la gente. Pregúntales cómo están. Pregunta con respeto..
Escucha. Lo más importante para hablar con la gente es escuchar más. Olvídate de hablar de tus masajes hasta que llegue el momento. Primero escucha. En serio. Presta atención. La mayoría de las personas que conozco agradecen que les hagas caso. Pregúntales y escucha de verdad..
Táctica 2# para vender masaje
Hacer demostraciones
Haz demostraciones. Cuantas más, mejor. Cortas, largas, gratis, pagando… Da lo mismo. Se trata de trabajarte la confianza de la gente. Que sepan lo que vales porque lo demuestras… No pienses en el dinero (por ahora). Tienes mucho más que ganar que eso..
Ya lo decía César de Shivathai hablando de propinas y buenos clientes de masaje:
- Diferénciate de la mayoría (al menos un poco).
- Haz todas las demostraciones que puedas (cuantas más, mejor).
- Acércate a personas influyentes (las que pueden llegar a mucha gente).
- Atiende, respeta, escucha, conecta y considera muy bien a todas las personas (clientes o no).
Táctica 3# para vender masaje
Meter prisa
Mete prisa.. Que sientan emoción.. Humaniza. Conecta. Emociona, sí,,, pero limita las ofertas. Es lo que nos motiva para comprar.. Aunque hagas descuentos, lo que más mueve es el sentido de urgencia. Algo que vaya contrarreloj. Una oferta limitada en el tiempo es más poderosa.
Hazlo natural. Si te propones invertir una hora en una visita, ese es el tiempo del que dispones. Si te piden más demostraciones, lo siento. Solamente tengo hasta tal hora. Aunque te quieran pagar, tienes que respetar tu agenda. Tienes un plan y unos compromisos previos.
Sensación de escasez. Es algo muy normal. Si tienes una mañana libre, preséntate diciéndolo así: Hola, tengo la mañana libre (o vengo a regalar 3 masajes de 20minutos). Si alguien se anima le hago una oferta especial.. Sólo hasta mediodía (por ejemplo). Haz lo mismo cuando regalas bonos de masaje. Genera sensación de escasez. Limitando tu oferta a una cantidad de masajes y unos días o semanas concretos. Sin abusar. Sin repetir lo mismo cada mes. Lo más personalizado posible.