
La distancia cambiante entre la Luna y la Tierra es lo que provoca cambios en los niveles de las aguas. Y es evidente que la Luna también ejercerá algún tipo de influjo en los ritmos de vida humanos.
En cualquier caso, no creo que sea puro romanticismo. Estoy seguro de que esa relación mística tiene su razón de ser. Porque se le atribuyen poderes mágicos y esotéricos… y no hace falta leer ni creerte nada de lo que dicen. Basta con mirarla en la noche y dejarte impregnar por esa luz que es un reflejo del sol, como en el fondo es todo lo que conocemos.
Anhelo compartir esa sensación y, en un alarde de vanidad, pensar que tal vez yo también pueda comunicar de una manera tan pura, sincera, natural y poderosa a la vez.
Lunático anton)))
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