Talante expectante.

Eso es.

Una manera de decirlo.

Después de muchas vueltas.

Se me ha ocurrido esa expresión.

Para definir la actitud más adecuada en mi trabajo actual.

Atendiendo y coordinando.

Urgencias y emergencias.

Entre las llamadas y los equipos.

Entre llamantes y ambulancias.

Mucha carga mental.

Responsabilidad y reactividad.

Tensión y atención constante.

Calma y relajación para transmitir seguridad y confianza.

Es un trabajo.

Un medio y un fin.

Ni más ni menos reconocido.

Depende de quién opine.

Otra manera de cuidar.

Tal vez más impersonal.

O no…

Porque si las miradas transmiten más allá de las mascarillas, la voz también transmite más allá del teléfono y la tecnología.

¿Acaso estanos comunicando más allá de lo que parece mediante lo que aparentan las pantallas?

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P. D. – Apúntate a mi lista, a ver si te sirve, aunque sea para pensar o pasar el rato con mis antoñadas.

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