Un loco locuaz

Entre hablador, verboso, parlanchín y charlatán.

À vous de décider…

Fitetú.

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Érase una vez un mundo lleno de maravillosos colores. Érase que allí vivía un niño fantasma llamado Tonito. Tonito era singular y extraordinario. Poseía el prodigioso don de materializar pensamientos e ideas en delicadas y hermosas palabras que danzaban en perfecta armonía sobre las páginas. Con cada pulsación de tecla, su creatividad fluía como un raudal, tejiendo narraciones mágicas capaces de transportar a los lectores a reinos lejanos y hacerles palpitar el corazón con personajes inolvidables.

No solamente la escritura era la herramienta predilecta de Tonito. También daba forma y estructuraba su contenido con dibujos y composiciones de barro. Desde su pequeña habitación, ubicada en un rincón etéreo del vasto universo digital, nuestro ingenioso niño desplegaba su destreza al acariciar los bordes de su imaginación y bohemiar con las palabras. Esto le permitía cautivar y sumergir por completo a sus lectores en un mar de letras, formas y colores, donde sentimientos y emociones se entrelazaban en una danza encantada.

Sin embargo, en esa mañana repleta de inspiración, nuestro querido Tonito se sentía especialmente juguetón. Dirigía su mirada hacia el bloque vacío que se extendía como un lienzo en blanco, y una sonrisa traviesa se dibujó en su rostro etéreo. «¿Por qué no divertirme un poco?» pensó de forma juguetona, dejando que las musas guiaran su pluma invisible hacia destinos inciertos.

Sin restricciones ni ataduras, comenzó a teclear con una cadencia frenética, como si las letras mismas bailaran al son de su imaginación. Las palabras emergieron de su mente creativa como las notas de una melodía caprichosa, dibujando una sinfonía de ideas y emociones. «Un poco loco. Un loco locuaz. Un loco en su lugar. Soy loco ahora. Estoy loco aquí».

Mientras Tonito repasaba su creación con ojos pícaros, una risa cantarina escapó de sus labios invisibles. Observaba con regocijo el inesperado giro que había tomado su escritura, revoloteando en una danza de letras que reflejaban su espíritu libre y juguetón. Aunque no fuera el contenido convencional que había planeado en un principio, era un recordatorio brillante de las infinitas posibilidades que acechan en los escondrijos del arte de escribir.

Es así, amado lector, que te invito a saborear la magia de la escritura y a abrazar la chispa de lo imprevisible en el arte. Permítete desafiar las convenciones, explorar caminos desconocidos y encontrar la belleza en la libertad de la creatividad. Despierta tu imaginación y déjate llevar por la sinfonía de las palabras, las formas y los colores, porque sólo cuando te atrevas a danzar en la locura, descubrirás el destello de la auténtica magia de la vida.

Y así cada día, cuando te encuentres frente a un momento difícil, recuerda que en el mundo de la imaginación, no hay límites ni fronteras. ¡Deja que tu corazón vuele y despliegue sus alas! Desentraña los enigmas de la vida y descubre la melodía única que solo tú puedes interpretar.

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P. D. – Haciendo pruebas inteligentes con el ordenata e internet, descubro que más allá de lo artificial, siempre surge la inspiración. Y cuando eso te ocurre trabajando, entonces supera a la ficción.

En fin. Déjate el móvil y haz algo en la vida real, ja, ja, ja XD

P. D. 2. – A mi lista privada te puedes apuntar aquí. Todavía no escribo a diario 😉
https://antonreina.activehosted.com/f/1

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