¿Le cuentas todo a tus clientes de masaje? ¿Qué te gustaría decir algunas veces? Hoy me ha dado un ataque de sinceridad masajista… Normalmente escribo sobre marketing para masajistas. Creo que todo es marketing. Todo lo que haces y lo que no haces. Porque influye en lo que vendes, en cómo lo vendes y en cómo te ven tus clientes.
15 Cosas Que (muchas veces) No Decimos A Los Clientes. Todo eso que nunca les dices a tus clientes antes, durante y después de la sesión de masaje o terapia… Inspirado en este post de Michelle Doetsch. Si te afecta como si no, es normal. Nada de qué preocuparte. Son cosas que tienes que saber..
A algunos clientes de masaje les dirías…
- No hace falta tomarse tooodo el tiempo necesario para levantarse después del masaje. Es una frase hecha. Sirve para que sepas que hemos terminado la sesión. No quiero que saltes de la camilla como si fuera una silla de eyección y te vistas corriendo. Simplemente necesitaré hablar contigo unos minutos para saber cómo estás, cobrarte y despedirte tranquilamente.. Todo eso sin retrasar al resto de citas en mi agenda del día.
- Las uñas se pueden cortar más de una vez cada 6 meses. Cuando pides un masaje de piernas o una sesión de reflexología podal y llevas las uñas muy largas, lo más probable es que me arañes. Mis manos son mis herramientas de trabajo. Como la camilla y el papel. Al tumbarte también puedes enganchar la sábana o deshilachar las toallas.
- Me encanta que te bañes con agua y jabón. Ducharte el día de tu cita está muy bien. Eso sí, bañarte en perfume después del masaje no hace falta que lo hagas antes de irte. Hay centros y gabinetes de masaje que son acojedores porque son pequeños. Si tu fragancia llena toda la habitación, reemplazando el oxígeno disponible, puede incomodar al masajista. Es difícil concentrarse en aliviar tus contracturas cuando estás respirando olores químicos tan fuertes.. Incluso podrías asfixiar a otros clientes que son sensibles.
- Si tienes la piel seca te podrías poner alguna loción de crema o aceite nutritivo. Los productos que se usan durante el masaje son lubricantes para trabajar mejor. No se trata de tratamientos hidratantes gratis. Si tu piel está seca, se absorven muy rápido. Cuando tengo que estar aplicando más cantidad una y otra vez, estoy perdiendo tiempo de trabajo. Es decir, descontracturando o relajando esos músculos tensos.. Imagino que es lo que quieres, ¿verdad?
- Si tienes que ir al aseo, hazlo en cuanto llegues. No esperes a que te toque la sesión para decidir que tienes que ir. Supongo que sabes cuándo podrías tener la vejiga llena.. (Si te llamo justo cuando estás entrando, eso no cuenta, claro). El caso es que, si pierdes tiempo de tu masaje por ocuparte de tus asuntos, yo debo de terminar la sesión a mi hora.
- Tu médico te puede dar algo para tratar esos hongos en las uñas. Si ves que no toco esa zona amarilla es porque se pueden contagiar a otras partes de tu cuerpo o incluso a mis manos. No lo voy a tocar… Cuando sientas que tu masajista no te toca los pies, seguramente sea porque parece que tienes hongos en las uñas. Hazte la prueba en tu médico y si no es así, díselo tranquilamente a tu masajista: no son hongos, me puedes dar el masaje en esa zona. Nota: es mejor enseñar el informe 😉
- Los médicos también tratan pie de atleta, tiña y otras enfermedades de la piel. Si tienes algo contagioso es mejor que me lo digas. Si no, me enfadaré. Porque reconozco muchas alteraciones físicas, pero no puedo diagnosticar. Si no puedo verlo bien o hay poca luz, me lo podrías contagiar. Lo malo es que no podré trabajar hasta que me cure. Además, te lo puedo extender por todo el cuerpo. ¿Gracias? ¡Cuánto daño nos hubiéramos ahorrado diciéndomelo antes! No creo que vuelva a confiar en ti, ni tampoco creo que te quiera volver a tener como cliente.
- Sí, lo he olido. Puede que no lo haya oído, pero sí que se huele bien. Por algo lo llaman «el pedo silencioso pero mortal». Sí, ocurre alguna vez. Lo que no es normal es que pase durante toooda la sesión de masaje. Por mucho que hayas comido legumbres, deberías preguntarle a tu médico o enfermero. Si sabes qué alimentos te producen gases, te agradecería que los evites cuando vengas a darte un masaje.
- Cuando te pregunto cuánto te duele, es imposible que tu nivel de dolor sea de 10. Has venido porque quieres. La escala subjetiva sirve para conocerte mejor y trabajar adecuadamente. Si tuvieras 9 ó 10 sentirías mareo y casi no podrías hablar. Incluso te desmayarías de tanto dolor… Acabas de hablar por teléfono, hemos charlado o incluso bromeado al llegar. Por eso me parece que: a) No sabes lo que es el dolor real; b) Eres una persona hipocondríaca; c) Eres alguien propenso a exagerar.En definitiva, no te voy a hacer demasiado caso. Intentaré hacerlo lo mejor posible. El 10 no me ayuda NADA.
- Si no vas a venir a tu cita, prefiero que me llames. Es mejor que lo sepa antes y no en el momento de ver que no acudes. Si me avisas podré hacer planes en ese hueco de tiempo… Que te vas a la playa no es la mejor excusa para darme cuando me llamas para anular la cita de masaje que tenemos mañana. Tienes derecho a decidir lo que quieras, por supuesto, y agradezco tu sinceridad. Pero recuerda que una cosa es la honestidad y otra muy distinta la honestidad brutal. Prefiero que uses alguna otra excusa más general como la del «tema familiar» o «problema personal». Gracias.
- Dime dónde te duele. No soy vidente. Tal vez me gustaría, pero no lo soy.. Si no concretas dónde te duele, será difícil (casi imposible) saber cómo tratarte bien. A veces el dolor en una zona no corresponde con los músculos locales o cercanos. Por eso, dime dónde te duele.
- Tampoco hago milagros. Aunque soy excelente como masajista, no puedo eliminar 40 años de estrés, tensiones y malas posturas en una hora de masaje. Si te recomiendo que hagas algo en tu casa, es mejor que lo hagas. Ponerte hielo, baños calientes, o hacer estiramiento suave puede ayudar a que los beneficios del masaje duren más. Si no te responsabilizas de tu salud, no puedo hacer mucho más por ti.
- Demasiadas preguntas me despistan. Es difícil concentrarme en los músculos, la piel, los órganos, las percepciones y las sensaciones cuando no paras de preguntarme. Recuerda que la mayoría tenemos una formación suficiente como para alivar molestias y ayudar a relajarte. Para trabajar por tu bienestar me tengo que centrar en sentir tus músculos y percibir las reacciones de tu cuerpo. Podría responder a tooodas esas preguntas, pero es mejor dejarlas para después. Intenta relajarte y disfrutar de la sesión. Piensa en tu cuerpo y escúchalo. Muchas de tus preguntas se responderán solas y otras dará igual si no lo hacen.
- Hay cosas que no hago por que son ilegales. Igual no te respondo con claridad o lo hago con evasivas. No puedo diagnosticar ni tratar. Tampoco me dedico a ajustar vértebras o tratar lesiones. No prescribo medicamentos o sustancias de ningún tipo. Ni siguiera debería recomendarlos. Es absurdo hacerlo y decirte «no se lo digas a nadie». Si rompo mi código ético y profesional estaré dejando de ser masajista de verdad, además de ponerme en peligro por incumplir la ley.
- No te disculpes por dormir durante el masaje. Eso quiere decir que sentías la suficiente comodidad y relajación como para quedarte durmiendo. Es casi un cumplido. Es absurdo sentirte mal por ello. Ah, y tampoco le quites importancia. No me chafes la autoestima profesional diciendo que estabas muy agotada, o que estabas demasiado cansado.
Eso es todo por ahora. Me refiero al trabajo de masajista con camilla, porque el mundo del masaje en silla es otra historia… Seguro que tienes muchas más cosas que contar, ¿verdad?