Declaración de artista

El arte como gesto de autocuidado y ritual de presencia.

Mi nombre es Antonio J. Reina-Bermúdez, pero cuando me presento digo que yoSoy antonReina)))

Como artista, exploro en la creación de momentos, espacios y experiencias donde la creación se viva como una pausa, un juego que alimente el alma. Desde mi mirada enfermera me propongo que cada obra sea un gesto que nos cuide, nos reconecte con lo espiritual y nos devuelva hacia lo sagrado, lo místico, lo mágico, lo invisible. Me interesan la creatividad, el contacto humano y la risa.

Mi camino creativo intenta responder a estas preguntas que me guían, que me orientan y pretenden dar sentido a mi práctica artística:

· ¿Cómo puede el arte convertirse en un acto de cuidado hacia uno mismo?

· ¿De qué manera la creación puede abrir un espacio de presencia, juego y bienestar?

Investigo el arte como vía de autocuidado. Lo considero una experiencia que alimenta lo físico, lo emocional y lo espiritual del ser humano. Desde una perspectiva holística del ser humano, propongo que la práctica creativa en sí misma es un ritual que nos reconecta con nuestra esencia.

Mis obras —performances, objetos, acciones y piezas híbridas entre lo físico y lo digital— buscan provocar atención, curiosidad y disfrute. Mi intención es despertar gozo interior. Cada proyecto se convierte en un entorno donde el acto creativo no es un fin estético, sino un medio para experimentar bienestar, libertad interior y conexión profunda.

Desde mi trayectoria enfermera, quiero integrar en mi arte los principios teóricos básicos del cuidado, que son presencia y escucha activa, resignificando así el tiempo creativo como un espacio seguro y nutritivo.

De esta manera, mi arte se vuelve un gesto íntimo, una pausa sagrada para reconectar cuerpo y alma en nuestra vida cotidiana.

Si sientes esa pausa sagrada, ven. El gesto ya está hecho.

Mi trabajo se nutre, entre otros, del pensamiento simbólico de Carl Gustav Jung, que entiende el arte como puente entre consciente e inconsciente; de la visión de Wassily Kandinsky sobre lo espiritual como fuerza esencial en la creación; y del surrealismo, que me inspira a abrir portales hacia lo onírico, lo irracional y lo misterioso. Estas influencias se entrelazan en mi práctica para intentar darle forma a un arte místico y experiencial, que provoque presencia, asombro y conexión con lo invisible.

anton)))